• Como parte del ciclo Protagonistas de la literatura mexicana, organizado por el INBA, por medio de la Coordinación Nacional de Literatura
  • El próximo martes 15 de marzo a las 19:00 en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes
  • Acompañarán al autor los escritores René Avilés Fabila, Evodio Escalante, Ignacio Trejo Fuentes y José Homero

 

“El origen y la razón de mi vida es la poesía, todo lo he hecho por ella y a través de ella”, expresó  el poeta Dionicio Morales, cuya trayectoria será reconocida el   próximo martes 15 de marzo a las 19:00, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

 

Dicha actividad se realizará como parte del ciclo Protagonistas de la literatura mexicana, organizado por el Instituto Nacional de Bellas Artes, por medio de la Coordinación Nacional de Literatura.

 

  • Como parte del ciclo Protagonistas de la literatura mexicana, organizado por el INBA, por medio de la Coordinación Nacional de Literatura
  • El próximo martes 15 de marzo a las 19:00 en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes
  • Acompañarán al autor los escritores René Avilés Fabila, Evodio Escalante, Ignacio Trejo Fuentes y José Homero

 

“El origen y la razón de mi vida es la poesía, todo lo he hecho por ella y a través de ella”, expresó  el poeta Dionicio Morales, cuya trayectoria será reconocida el   próximo martes 15 de marzo a las 19:00, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

Dicha actividad se realizará como parte del ciclo Protagonistas de la literatura mexicana, organizado por el Instituto Nacional de Bellas Artes, por medio de la Coordinación Nacional de Literatura.

 

En este evento, acompañarán a Morales los escritores René Avilés Fabila, Evodio Escalante, Ignacio Trejo Fuentes y José Homero.

A lo largo de sus 50 años de trayectoria, Dionicio Morales (Tabasco, 1943) se rodeó de grandes personalidades de la cultura mexicana, como Efraín Huerta y Luis Carlos Emerich, incluso, fue el mismo Carlos Pellicer quien fungió como su mentor, y lo indujo a la poesía, cuando le dio a leer las obras completas de Rubén Darío.

 

El también crítico literario publicó sus primeros poemas a los 22 años en la revista Pájaro Cascabel, en donde trabajó como secretario de redacción y editor. Posteriormente se inició en el periodismo cultural cuando el poeta Efraín Huerta lo recomendó con el escritor y periodista Luis Spota, quien dirigía el suplemento de El Heraldo de México. “Spota me publicó unas entrevistas bastantes escandalosas o atrevidas, por ser cuestionadoras, las cuales me dieron cierta presencia en el medio a pesar de mi juventud”, indicó.

 

Como poeta, Morales fue reconocido en 2003 con el Premio de Poesía Carlos Pellicer para Obra Publicada por Las estaciones rotas.

 

Respecto a esta obra, el autor comentó, “me costó un poco de tiempo llegar a Las estaciones rotas, un libro que, como decía mi maestro Pellicer, era de los menos defectuosos que he escrito. En este libro tengo dos sonetos perfectos desde el punto de vista formal, pero también está la poesía en verso blanco: voy conjugando todo eso como una gran experiencia, con una mayor libertad porque cuando uno empieza, la ignorancia puede encasillarlo para no atreverse a decir cosas”.

 

Para su amigo y colega José Homero, la obra de Dionicio Morales se caracteriza por su diversidad temática, ya sea por lo coloquial o por su acercamiento a la tradición lírica y surrealista. “No puedo menos que celebrar la voluntad de vida de esta poesía de Morales, tan antigua, tan nueva, tan de siempre”, escribió José Homero en el prólogo de Retrato a lápiz.

 

Además de Pellicer y Huerta; Octavio Paz, José Gorostiza, Sor Juana Inés de la Cruz, Miguel de Cervantes, William Shakespeare, Federico García Lorca y Pablo Neruda, son los autores predilectos del también ensayista tabasqueño, quien se considera un gran lector.

 

 

“De mis aficiones nace mi preocupación desmedida por el arte. Para mí es un gran compromiso porque voy a seguir trabajando mientras mi edad y mis fuerzas me lo permitan. Todo lo he hecho por la poesía y a través de ella, no sé si sea por una necesidad de expresión, por hallar un acomodo, por estar dentro de las mejores cosas de la vida, que después del amor, contiene el arte”, concluyó. 

 

 

 

El alba anticipada (1965), Inscripciones (1967), Variaciones (1983), Inscripciones y señales (1985),Romance a la vieja usanza antigua (1989), Retrato a lápiz (1990), Señales congregadas (1993), Dádivas(1995), Las estaciones rotas (2003) y Herido de muerte natural (2005) forman parte del catálogo poético publicado de Dionicio Morales. Muchas de estas obras han sido traducidas al inglés, francés, portugués y coreano.

 

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