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 Una fotografía de gran formato de Fernando del Paso (1935-2018), tomada por Rogelio Cuéllar en 2011, fue testigo del homenaje que se rindió al escritor por parte de familiares, amigos y público en general, quienes se reunieron en el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes para despedir al escritor.

 

El Cuarteto Ramos interpretó varias piezas en honor del escritor que falleció en Guadalajara, Jalisco.

Divertimento en re mayor, de Wolfgang Amadeus Mozart; Canon en re mayor, de Johann Pachelbel; Meditación de Thais, Jules Massenet; Rondeau, de Jean-Joseph Mouret; Música acuática, de Georg Friedrich Haendel; The Merry Widow, de Franz Lehár; La vida breve, de Manuel de Falla; La boda de Luis Alonso, de Gerónimo Giménez; suite de CarmenAragonesa,HabaneraCanción del toreador y Brindis de La Traviata, de Giuseppe Verdi, fueron las piezas que se escucharon durante la ceremonia.

Entre un prolongado aplauso por parte de los presentes se recibió la urna que contenía las cenizas del escritor y poeta Fernando del Paso y que sus hijos depositaron en un pedestal para iniciar con las guardias de honor que presidieron la secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda, y Lidia Camacho, directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Las funcionarias federales externaron sus condolencias a los deudos.

La titular de Cultura dirigió un mensaje a la señora Socorro, esposa del escritor; a sus hijos: Adriana, Paulina y Alejandro, así como al resto de familiares, comunidad artística y público que se reunió en el Palacio de Bellas Artes.

Indicó que los libros de Del Paso son un incalculable tesoro que nos ilumina. Indicó que la comunidad se encontraba reunida para recordar su alegría, evocar su conversación siempre inteligente, para agradecer sus escritos, convencidos de que Fernando nos sigue acompañando.

Indicó que, a nombre del Gobierno de la República, expresaba su afecto institucional, por la ausencia de un creador imprescindible de nuestra historia. “Tu obra completa enriquece a México y a nuestra cultura”, afirmó.

Al hacer uso de la palabra, Adriana del Paso comentó que podría decir muchas cosas de su padre, pero sin duda las lágrimas le iban a ganar, por lo que se limitó a agradecer por el precioso homenaje y por la compañía de familiares, amigos y a la gente que le envió mensajes de cariño y admiración hacia su padre, lo que significa mucho para ellos.

Por su parte, Paulina recordó que hace 50 años su padre estuvo en el “bello recinto” del Palacio de Bellas Artes para dar una plática sobre su obra; era un joven escritor que sólo había escrito José Trigo. En ese momento había superado un cáncer mortal y vivió 50 años más llenos de amor y generosidad.

En su oportunidad, Alejandro dio las gracias a todos acompañarlos y por tener presente a su papá en sus corazones. “Estamos en el edificio y patrimonio más majestuoso de México y así considero la obra de mi papá: majestuosa y a partir de hoy patrimonio de México.

El escritor Vicente Quirarte mencionó que es nuestra obligación seguir creciendo iluminados. Destacó los tres personajes de las obras maestras de Del Paso: José Trigo, Palinuro y Carlota de Bélgica o la nueva Penélope (Noticias del Imperio).