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Como una suerte de detective, mediante el exhaustivo rastreo de pistas, historias, reconstrucción de escenas e investigación prolongada a lo largo de siete años, la escritora y poeta mexicana Queta Navagómez reconstruye a detalle la historia de la conquista de los nayares, misma que se da casi dos siglos después de la de Tenochtitlán, a la par de la vida de Huestlacatl, nieto del nieto del gran Rey Nayarit.

 

Esta historia, plasmada en la novela histórica El Rey Nayarit, se presentará este miércoles 7 de noviembre a las 19:00 en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes. Contará con la presencia de Mario González Suárez, Eduardo Limón, César Navagómez y la autora.

 

La literata nayarita, acreedora de múltiples premios a nivel nacional (entre ellos el Premio Bellas Artes de Novela José Rubén Romero en 2008 por El tigre del Nayar), describe la creación de su cuarta novela histórica como un proceso bibliográfico, pero que “también implicó recorridos en la Sierra del Nayar para constatar lo abrupto del ambiente y la atmósfera en que se desarrolló la conquista del Gran Nayar”.

 

Mientras que el aspecto bibliográfico se dividió entre extensas investigaciones particulares, con colegas historiadores o en el Archivo General de la Nación, “lo demás fue literatura. Imaginar el ambiente, los personajes, la atmósfera, el tono, la trama, la tensión en cada una de las acciones que debía describir”, cuenta la autora en entrevista.

 

Sin embargo, este proceso de reconstrucción histórica y literaria no siempre fue sencillo. A pesar de esto, la escritora logró sacar adelante a esos personajes históricos que encontraba, perdidos, entre libros de historia y documentos olvidados, para con ello lograr que la investigación fuera cada vez más ágil a la vez que reconstruía, apoyada de la literatura, la historia de un estado muchas veces perdido entre tantos otros. Todo esto, gracias la pasión por su hogar y por la novela histórica como medio de visibilización de historias, momentos, personajes, e incluso, culturas enteras.

 

Al respecto, Navagómez afirma: “Lo importante de la novela histórica es despertar el interés por un personaje o un hecho histórico, hacer que el lector viva ese momento, se identifique con el personaje y el acontecimiento, y si el interés sigue, después investigue por su cuenta. El recurso es sacar a personajes empolvados de los libros de historia y hacerlos vivir, mostrándolos de carne y hueso”.

 

Es esta misma pasión por sacar del olvido a aquellos fragmentos perdidos de la historia de su estado natal la que lleva a Queta Navagómez a recrear con ínfimo detalle situaciones, escenarios, mitos y seres humanos pasionales, reales y atemporales que sobreviven ahora en la diversidad de novelas históricas que hizo y seguirá haciendo, como ella misma promete:

 

“Me encanta la novela histórica y este interés me deja claro que mientras viva, seguiré desempolvando personajes de la historia de Nayarit, que me apasiona”, finalizó.