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El Instituto Nacional de Bellas Artes invita a festejar los 90 años del nacimiento de Jorge López Páez, quien los celebrará en compañía de amigos y escritores que han gozado de su trabajo literario. Participan José de la Colina, Eduardo Lizalde, Fernando Macotela y el mismo Jorge López Páez. Modera Jorge Muñoz.

 

La cita es el viernes 23 de noviembre a las 19:00 horas en la Capilla Alfonsina, ubicada en Benjamín Hill 122, colonia Condesa (Ciudad de México).

 

 

El Instituto Nacional de Bellas Artes invita a festejar los 90 años del nacimiento de Jorge López Páez, quien los celebrará en compañía de amigos y escritores que han gozado de su trabajo literario. Participan José de la Colina, Eduardo Lizalde, Fernando Macotela y el mismo Jorge López Páez. Modera Jorge Muñoz.

La cita es el viernes 23 de noviembre a las 19:00 horas en la Capilla Alfonsina, ubicada en Benjamín Hill 122, colonia Condesa (Ciudad de México).

 

José de la Colina, quien participará en esta charla, dijo en entrevista que López Páez es ante todo un gran narrador que se ocupa menos de adornos de estilo que de narrar hechos, narrar cosas, narrar sobre todo relaciones entre personas, entre seres sencillos: “Él ni siquiera se ocupa de argumentos extraordinarios, no le interesan; a él le interesa hablar de las pequeñas fisuras en la amistad, en el amor… entre personajes que viven sujetos a convenciones sociales. A él le interesa narrar… y lo hace de una manera espléndida: de cualquier mínima anécdota, de cualquier hecho aparentemente que no tendría ninguna importancia, él saca unos relatos extraordinarios”.

 

José de la Colina recuerda con mucho cariño uno de los primeros libros de López Páez, El solitario Atlántico, y confiesa que es uno de los que más le gustan. De vidas pequeñas, de seres que no parecen muy importantes, saca unos cuentos extraordinarios, que revelan una gama psicológica y social riquísimas. Puntualizó De la Colina: “Narra no de una manera descriptiva, sino narrativa que es mucho mejor: los personajes se definen por las relaciones que tienen entre ellos, no por lo que dicen sino por sus actos”.

 

Por último, José de la Colina recordó su entusiasmo cuando leyó Los mástiles, y luego con El solitario Atlántico. Concluyó la entrevista afirmando que Jorge López Páez tiene la capacidad de hacer una narrativa, la que está haciendo con sus libros de cuentos y sus novelas es una larga novela: “Creo que está haciendo un gran relato continuo, cambiando de personajes, de asuntos, está creando una comedia humana mexicana, de la clase media y de la pequeña intelectualidad, una especie de gran comedia humana mexicana, sin pretender poner el estilo antes que la narración”.

 

Jorge López Páez (Huatusco, Veracruz, 22 de noviembre de 1922). Narrador. Licenciado en Derecho por la UNAM; realizó estudios en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Ha sido coordinador de talleres literarios y colaborador de Cuadernos Americanos, El Nacional, Humanismo, Mercurio(Perú), México en la Cultura, Novedades, Prometeus y otros. Fue becario del Fonca en 1989 y de la Fundación Guggenheim en 1983-1984. Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte desde 1994; como creador emérito desde 1999.

 

Ha obtenido los siguientes reconocimientos: el Premio Internacional de Cuento de La Palabra y El Hombre de la Universidad Veracruzana 1992; el Premio Xavier Villaurrutia 1993 por Los cerros azules; el Premio Mazatlán de Literatura 2003, y el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2008, en el área de lingüística y literatura.

 

Entre sus obras se cuentan los volúmenes de cuento: El que espera (1950), Los mástiles (1955), Los invitados de piedra (1961), Lolita toca un vals (1992), Doña Herlinda y su hijo y otros hijos (1993), De Jalisco las tapatías (1999), El chupamirto y otros relatos (2010); las novelas: El solitario Atlántico (1959), Hacia el amargo mar (1965), Mi hermano Carlos (1965), In memoriam, tía Lupe (1974), La costa (1980), Silenciosa sirena (1989), Los cerros azules (1993), Ana Bermejo (1996), Donde duermen las güilotas (2001), Mi padre el general (2004); los relatos del libro Pepe Prida (1965). Escribió la obra de teatro La última visita (1951).