• Poeta y escritora bilingüe, hablante de la lengua tu’un savi, que desempeña una ardua labor activista
  • En el Año Internacional de las Lenguas Indígenas, el INBAL reconoce su trabajo y sus aportaciones

A través de las letras, sentimientos, tradiciones, cultura y evocaciones que conforman sus obras, la escritora y poeta oaxaqueña Nadia López García (1992) contribuye a la no discriminación de personas de origen indígena. 

 

Por ello, en el marco del Año Internacional de las Lenguas Indígenas, designado por la Organización de las Naciones Unidas, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura reconoce el trabajo realizado por la joven de origen mixteco en favor de los pueblos originarios.

La joven escritora y poeta, Premio Nacional de la Juventud 2018 en la categoría de Fortalecimiento a la Cultura Indígena, también fue reconocida recientemente entre los mexicanos más creativos por la revista Forbes, sumando así otro logro a su trayectoria.

Santa María Yucuhiti, Tlaxiaco, es la población que vio nacer a Nadia, aunque posteriormente emigró a San Quintín, Baja California. Pese a la distancia, la joven no rompió los lazos con sus raíces, y pidió a su abuela que le enseñara la lengua con la que sus ancestros nombraron al mundo, el tu’un savi.

La inspiración para escribir en una lengua originaria provino de una anécdota de la niñez. Un día escuchó a su madre hablando en mixteco y a ella y a sus hermanos les pareció que sonaba como la lluvia y, entonces, guardaron silencio para percibir cada palabra, sin embargo, al sentirse observada, la mamá de Nadia comenzó a hablar en español.

Fue en ese momento que Nadia comprendió el dolor y la discriminación que su madre vivía, además de despertar en ella una reflexión sobre la importancia de ser un país de diversidad cultural y multilingüe. Ahí decidió que no quería que ninguna persona sufriera temor o vergüenza por ese motivo.

Momento que nos evoca a su poema Ojos: “Es cierto, le pregunté / ¿por qué lloras tanto má? / Y ella me decía, así, sin dejar de llorar: / porque nosotras tenemos ríos adentro / y a veces se nos salen, tus ríos aún no crecen, / pero pronto lo harán”.

Años más tarde, en la Ciudad de México, la joven de origen mixteco estudió Pedagogía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde también consiguió el apoyo del Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad.

Entre los logros de Nadia López García, está el haber conseguido que su trabajo fuera publicado en espacios como Punto de partida, La Jornada, Círculo de poesía, entre otros. Además, su poemario bilingüe Ñu’u’ Vixo/Tierra Mojada obtuvo el Premio Cenzontle 2017, que convoca la Secretaría de Cultura del gobierno de la CDMX.

Dentro de esas obras bilingües podemos encontrar el poema Ntuchinuu, que es la versión deOjos, pero en mixteco: “Nintakatuuñaa nuvaa ¿Sakunchuaku maa? / Kasha ña sicaso yuha inikó / yeenu kanara / nchaa'ka kuanu yuchaku / vichi kuñaa nicunta ini yuu / vichi sika yucha iniyu ra ntuchinuu”.

Nadia López participó en el Primer Encuentro de Culturas Populares: Oaxaca, en el Festival Internacional de Poesía de la Ciudad de México 2016 y en el Festival de Poesía Di/Verso 2017. Colaboró en la organización del Primer Encuentro Mundial de Poesía de los Pueblos Indígenas y ha brindado talleres de creación poética para niños y migrantes.

Dirigió el cortometraje El tono. Es responsable de la columna de creación literaria Alas y Flores de la Revista Cultural Mexbcn de Barcelona, España. Colabora en la Enciclopedia de la Literatura en México y fue becaria de la Fundación para las Letras Mexicanas en el área de poesía del 2015 al 2017.

Por último, es importante resaltar que Nadia López García, aún en las versiones en español de sus poemas, suele usar elementos que hablan de contextos particulares, de los colores y motivos de los pueblos originarios, así como de objetos llenos de tradición.

Así se aprecia en Mujer Sagrada: “Mujer hierba, mujer sol, / mujer pájaro; / levanta tus manos y / cuida los tiempos / de la vida y la muerte. / Reza por nosotros y los nuestros, / limpia la tierra / por donde caminamos, los ojos / que nos miran y la sangre / que duerme en nuestros corazones. / Habla con el copal, la ruda y el ocote, / habla con lo sagrado que duerme / en el cielo y la montaña. / Mujer viento, haz ofrenda por nosotros / y vela por el destino del mundo".