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El Instituto Nacional de Bellas Artes recuerda al escritor jalisciense Juan Rulfo, dueño de una voz literaria única celebrada por lectores de todo el mundo, y que falleció un día como hoy, 7 de enero, pero de 1986.

 

 

Autor de las emblemáticas obras El llano en llamas y Pedro Páramo, Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno no solo es uno de los escritores más leídos de México, sino que sigue inspirando letras y universos.

 

“Fue un hombre que supo ver de manera profunda a México”, señaló en su momento la pintora Aliria Morales, a propósito de una serie de piezas que realizó, inspiradas en la obra del escritor.

 

Nació el 16 de mayo de 1917 en Apulco, Jalisco, y falleció el 7 de enero de 1986 en la Ciudad de México. En 2019 se cumplen los 102 años de su nacimiento y 33 de su muerte.

 

Su turbulenta infancia, tocada por la Guerra Cristera, no solo lo marcó de manera negativa, ya que su padre fue asesinado, sino que lo acercó a los libros. En su momento, el autor recordó que el cura de su pueblo escondió su biblioteca en la casa de los Rulfo, lo cual le permitió leer a diversos autores, como Alejandro Dumas y Víctor Hugo.

 

No pudo cursar la universidad, aunque fue oyente en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM; sin embargo, en 1985, la máxima casa de estudios lo invistió con el Doctorado Honoris Causa por su contribución a la cultura mexicana. Entre otros reconocimientos, en 1983 recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras.

 

Su primer libro fue la colección de relatos El llano en llamas, publicado por primera vez en 1953 por el Fondo de Cultura Económica, en la memorable colección Letras Mexicanas, con una tirada de dos mil ejemplares. En las ediciones posteriores, el autor agregó otros relatos, así como cambios lexicales y sintácticos en algunos de los ya publicados.

 

Pedro Páramo fue publicado por primera vez en 1955 por el Fondo de Cultura Económica. Desde entonces, no solo se ha reeditado múltiples veces en nuestro país, sino que es una de las novelas mexicanas más traducidas y conocidas en el ámbito internacional. Su inicio es uno de los más citados: “Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo”.

 

Tiene una segunda novela corta titulada El gallo de oro, escrita originalmente en la década de los 50, pero publicada por primera vez en 1980 por Ediciones Era, ya que se estrenó como película en 1964.  Además de escritor, Rulfo fue editor, guionista y un apasionado fotógrafo.