• Tuvo lugar la última actividad especial sobre el poeta en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia

  • Alberto Rodríguez, director del recinto reflexionó sobre el movimiento vanguardista al que pertenecía el artista poblano

  • Javier Trejo y Elizabeth Martínez presentaron su adaptación de Comino vence al diablo

“La figura de Germán List Arzubide fue muy importante en el movimiento estridentista. Era un profesor al que le interesaban los movimientos sociales y encontró en el teatro de títeres una manera de generar un pensamiento crítico en los niños, en los campesinos y en los obreros que no sabían leer. Iba de pueblo en pueblo con estas obras para despertar reflexiones críticas con características didácticas”, mencionó Alberto Rodríguez, director del Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia.

 

 

Se llevó a cabo el cierre del ciclo Germán List y el estridentismo: 20 años en el recinto del INBALa actividad de clausura estuvo a cargo de Elizabeth Martínez y Javier Trejo, quienes adaptaron y narraron Comino vence al diablo, obra originalmente escrita para teatro guiñol por Germán List Arzubide.

 

Martínez y Trejo dieron vida a esta obra donde la vanguardia estridentista pretendía exponer temas críticos y profundos a los niños en un lenguaje acorde a su edad. También se presentaron otras historias de teatro guiñol, algunos poemas y reflexiones sobre este movimiento.

 

“Este mes se cumplen 20 años de la muerte del poeta y ensayista Germán List Arzubide. Fue uno de los poetas del movimiento estridentista, el cual pretendía que el arte se convirtiera en una experiencia vital tanto para quienes lo ejercían como para los que lo apreciaban”, indicó Alberto Rodríguez.

 

Además, resaltó el carácter activo que poseía este movimiento, pues pretendían renovar el arte en sus múltiples expresiones. “El movimiento estridentista fue una vanguardia artística que buscaba de una manera aguerrida y militante renovar el arte, querían romper con las mismas formas de un arte anquilosado, decadente. Además, deseaban renovar las formas artísticas en todos los sentidos y en todas las disciplinas”.

 

Comentó que “una de sus propuestas más importantes era fundir el arte y la vida, decían que el arte tenía que ser parte de la vida y la vida misma se tenía que volver en cualquier acto artístico, por eso eran muy teatrales y muy vitales en sus expresiones. Estas manifestaciones se dieron en la literatura, primeramente, pero también en la pintura, música, danza y arquitectura. En las artes en general”.

 

“Germán List Arzubide, quien ya contaba con una revista en Puebla en la que escribía poesía de vanguardia, decidió unirse al movimiento estridentista por las premisas que contenía.  También acudió al llamado el escritor Arqueles Vela, además de pintores como Fermín Revueltas y Leopoldo Méndez, incluso músicos como Silvestre Revueltas”, puntualizó Alberto Rodríguez.

 

“Este movimiento de ruptura quería cantar a las nuevas tecnologías, a los nuevos edificios, a la urbe moderna, los automóviles, teléfonos y la radio. Eran tecnologías que maravillaban a los jóvenes, aunque también les interesaban los movimientos sociales”, indicó.

 

“En México debíamos tener una expresión de vanguardia que plasmara este arte nuevo que llegaba a la humanidad, entonces Manuel Maples Arce, un estudiante de 22 años, de leyes, dijo ‘vamos a generar un movimiento de vanguardia en el país’, al que le pusieron estridentista para llamar la atención. En él se encontró una renovación del lenguaje poético, figuras oníricas y abstractas, pero también el retrato de esa ciudad moderna que ellos querían”, expresó el director del Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia.