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A seis años del fallecimiento de Miguel Capistrán Lagunes, la Academia Mexicana de la Lengua (AML) lo recordará con un homenaje a su trayectoria como académico, escritor y promotor cultural, este jueves 25 de octubre a las 19:00 en la Capilla Alfonsina, entrada libre. La sesión pública solmene de la AML contará con la participación de su actual director, Jaime Labastida, así como de Vicente Quirarte, Adolfo Castañón, Francisco Javier Beltrán Cabrera y las dos hermanas del autor veracruzano.

 

Además de evocar la figura del investigador, el acto responderá a la idea de agradecer de manera pública la donación del archivo patrimonial que su familia realizó a la AML.

 

En entrevista, Adolfo Castañón señaló cuál será la función que desempeñará durante este acto especial: “Haré una especie de acuse de recibo razonado de la donación que hizo la familia. No voy a hacer una descripción del acervo, pero sí voy a dar una idea de lo que contiene y su importancia”.

 

Miguel Capistrán destacó en la tarea de la recopilación de las obras de algunos de los miembros del grupo de Los Contemporáneos, como José Gorostiza, Jorge Cuesta, Salvador Novo y Xavier Villaurrutia. Al respecto, Adolfo Castañón recordó la relevancia de este trabajo y su aportación a la literatura mexicana en un sentido más amplio.

 

“Lo que él hizo como investigador y como bibliógrafo fue ir reuniendo papeles, documentos y libros relacionados con ese grupo. Dentro de eso, la contribución de Miguel Capistrán es muy importante en la edición de la obra de Jorge Cuesta, sus investigaciones en torno a la obra de José Gorostiza, Salvador Novo y figuras asociadas a la literatura mexicana, como puede ser Alfonso Reyes. La otra aportación tiene que ver con la literatura mexicana en un sentido más amplio. Al principio, Capistrán hizo algunas exploraciones en torno a El Periquillo Sarniento”.

 

Castañón aseveró también que otra de las grandes aportaciones de Capistrán radica en el libro Borges y México, obra que el veracruzano compiló, así como la tarea de embajador que el autor desempeñó al traer por primera vez a tierras aztecas a Jorge Luis Borges cuando se le concedió el primer Premio Internacional Alfonso Reyes en 1973.

 

“Esto me lleva a hablar de Capistrán en su dimensión hispanoamericana como un curioso de la literatura hispánica, hispanoamericana y un conocedor de la poesía de la vanguardia, no solo en México, sino también en Hispanoamérica, y en general, de las artes”, enfatizó finalmente Adolfo Castañón.