Imprimir

“Mi refugio es escribir… Lo escrito por mí es un estallido de luz con sus tormentas de lágrimas”, aseguró en alguna ocasión la escritora María Luisa La China Mendoza, a quien el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) le rendirá un homenaje nacional el martes 14 de agosto a las 19:00 en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

 

 

Ese día, la narradora Beatriz Espejo, el dramaturgo Miguel Sabido, la artista visual Carmen Parra y el senador Juan Carlos Romero Hicks hablarán sobre sus propias experiencias con la autora de una obra “que se caracteriza por su prosa flexible y espontánea”.

 

Fallecida el pasado 29 de junio en la Ciudad de México, María Luisa Mendoza se jactaba de haber escrito, diariamente, durante 56 años “seguiditos, sin tropiezo, ni siquiera cuando mi madre moría o yo era tenazmente operada sin pasmar, por desgracia. Escribir me es natural, como hacer mi cama, jugar con mi perro y enamorarme neciamentemalgré tout”.

 


Mendoza, quien estudió Letras modernas en la UNAM y Escenografía en la Escuela Nacional de Arte Teatral del INBA, dijo anteriormente: “A mí no me hace falta anunciar que voy a escribir la gran novela. Ya la escribí, sin el final feliz operístico”.

 

Entre su extensa bibliografía, se pueden mencionar los títulos El perro de la escribanaOjos de papel volandoCon él, conmigo, con nosotros tresDe ausenciaFuimos es mucha gente y De amor y lujo.

 

Nacida en 1930, en Guanajuato, María Luisa Mendoza, apodada La China por su propio padre, ganó varios premios como el Magda Donato 1971, el Nacional de Periodismo y el Bernal Díaz del Castillo 1972, el Nacional de Periodismo 1984 y el Bellas Artes de Novela José Rubén Romero 2001.

 

Beatriz Espejo, quien acaba de obtener el primer Premio Bellas Artes de Literatura Inés Arredondo, reconoció en entrevista la extraordinaria labor literaria y periodística de María Luisa Mendoza.

 

Agregó que no le tuvo miedo a ningún género literario, pues su obra lo mismo abarca novela y ensayo que cuento y periodismo cultural.

 


“Hasta el día de su muerte se mantuvo atenta a las letras y no dejó de escribir todo lo que sentía dentro de sí y que quería transmitir a todo mundo”, señaló.

 

“Personalmente –dijo-- me sigue sorprendiendo su novela De amor y lujo, porque creo que en ella se encierra su madurez literaria y creativa, sin que ello signifique que todo lo posterior sea menor. Su grandeza escritural es enorme”.

 

 El senador Juan Carlos Romero Hicks, sobrino nieto, y quien la conoció como militante política, comentó: “La pluralidad era una de las divisas principales de María Luisa Mendoza, a quien le gustaban las diferencias, pero no las controversias”.

 

Aseguró que, entre otros aspectos de su personalidad, la escritora “poseía convicciones, lealtades y principios insobornables, mantenía una búsqueda de congruencia y armonía perfectas. Le molestaban la falta de sinceridad y originalidad, y protegía a los animales, sobre todo a los perros y burros”.  

 

Hace un año, con motivo de su cumpleaños 80, Miguel Sabido recordó que conoció a la escritora “el 12 de octubre de 1955; estaba haciendo la primera función de Teatro en Coapa, dirigido por Héctor Azar, en donde yo actuaba, allá en la Preparatoria 5. La China fue al estreno, y como vio ese esfuerzo de los estudiantes, lo volvió famoso”.

 

Afirmó que “ha sido la gran renovadora del lenguaje mexicano, por el torrente de adjetivos y descripciones”; y comentó que nunca declinó su vitalidad, su amor a la vida y su pasión a México.

 

En esa misma ocasión, en el Instituto Politécnico Nacional, la artista plástica Carmen Parra, quien también estuvo con Sabido en el teatro universitario, consideró: “María Luisa Mendoza es mi suave patria, mi amiga, mi compañera, mi consejera. Hemos estado juntas desde que yo tengo 15 años, es decir, que nos han tocado todos los cambios hasta llegar a este siglo XXI que nos trastorna el corazón”.

 

Indicó que Mendoza tuvo un gran éxito literario por su intuición y por su capacidad de perforar a los personajes, robarles el alma y con una radiografía mental poderlos retratar. “Ella inventó y desmenuzó el español como se le dio la gana; pero su máxima cualidad fue la capacidad que tuvo de gozar la vida”.

 

Como parte de las actividades para recordar a María Luisa La China Mendoza, el jueves 16 de agosto a las 19:00 se llevará a cabo un homenaje póstumo en el Teatro Juárez de su natal Guanajuato, en donde se reunirán Pablo Bracho, Macaria, Arcelia Ramírez y María Luisa Tamez para hablar de la escritora.

 

También se realizará la reedición de Ojos de papel volando. Se trata de una coedición del Instituto Estatal de Cultura del Gobierno del Estado de Guanajuato, el Congreso del Estado de Guanajuato, la LXIII Legislatura, la Universidad de Guanajuato y el Ayuntamiento de Guanajuato.