• A diez años de su publicación, el autor leerá fragmentos de la obra junto con el público asistente

  • Obra que cubre el trabajo del poeta entre los años 1956 y 2000, y ciudades como México y Montevideo

  • Casi toda su escritura versal se apoya en el concepto dialéctico de que pasado, presente y futuro se mezclan en un único tiempo

El Instituto Nacional de Bellas Artes invita a la lectura colectiva de El poeta y yo de Saúl Ibargoyen, que cubre el trabajo del autor entre los años 1956 y 2000. Esta actividad, programada por la Coordinación Nacional de Literatura, será el  12 de junio, a las 19:00 horas, en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, ubicado en Nuevo León 91, Colonia Condesa, en la Ciudad de México.

 

Para el poeta Saúl Ibargoyen recordarse y recordar su obra poética le resulta una labor imperfecta, más que recordarse hay que reconocerse. Para él no existe un tiempo lineal y mucho menos una memoria en línea recta.

 

“Para mí la poesía siempre es pasado en cuanto a expresión escrita, porque, en los procesos de creatividad, el idioma siempre llega tarde, y todo termina siendo memoria y más memoria. Además, los ‘tempos’ se entretejen, y la infancia se junta con la adultez y la adolescencia con las edades últimas”, comentó el autor en entrevista.

 

De acuerdo con Saúl Ibargoyen, como la obra creativa es continua, cualquier significado con respecto a El poeta y yo y su permanencia en la década transcurrida estará de algún modo ‘contaminado’ por la experiencia creativa de años recientes. “Si tengo que darle un significado, considero que este libro, a más de un resumen poético, señala la apertura hacia otras experiencias y labores líricas y épicas; algo como el cierre -siempre relativo- de una etapa dentro de un recorrido que nunca sabemos cuándo terminará”, comentó.

 

Cuando el autor analiza su obra creativa en retrospectiva, a diez años de aquella antología, cree ver una diversidad temática que, como han afirmado algunos críticos e investigadores de la poesía latinoamericana, es poco frecuente y que se ubica o trata de hacerlo, como un producto: extramodernidad (sic).

 

“En esa oposición a determinada axiología actual -en la que predomina la ideología del capitalismo salvaje-, habría, por el uso de temas tan diversos recogidos de la experiencia cultural, social, política y personal, y también como contradicción, una cierta cercanía con lo ‘moderno’ y ‘posmoderno’", puntualizó.

 

Tal vez en la base de esto se encuentra la concepción de impermanencia universal, según la cual no solo todo está en constante cambio, sino que pasado, presente y futuro se mezclan en un único tiempo, a su vez atado a la materia y enfrentado a la “Nada universal”, explicó el poeta, quien agregó, “casi toda mi escritura versal se apoya en este concepto dialéctico. Lo he dicho otras veces, soy un materialista lírico-místico, sin ningún dios, por supuesto”.

 

Saúl Ibargoyen (Montevideo, Uruguay, 1930) es poeta, narrador y ensayista. Radica en México desde 1976 y en septiembre de 2001 le fue concedida la nacionalidad mexicana. Ha sido director y coordinador del sello y revista Aquí Poesía (Montevideo, Uruguay); jefe de redacción y subdirector de la revista Plural en México.

 

Colaborador de Aquí Poesía, El entrevero, Archipiélago, Tinta seca, Casa de las Américas, Excélsior, Plural y otras. Co-fundador de la revista mexicana Archipiélago. Actualmente es maestro en la escuela de escritores de la SOGEM y editor de la Revista de Literatura mexicana contemporánea, publicada por acuerdo entre Ediciones Eón y la Universidad de Texas en El Paso. Ha viajado por unos 30 países en cumplimiento de actividades culturales y literarias. Traducido al inglés, francés, alemán, ruso, bielorruso, portugués, árabe, esloveno.

 

Obtuvo los premios Nacional de Poesía Carlos Pellicer (2002) y el Nacional XXXIV Juegos de Flores de San Juan del Río, Querétaro (2004) por ¿Palabras? En Uruguay obtuvo premios del Ministerio de Instrucción Pública y del Ayuntamiento de la ciudad de Montevideo. Es Miembro de la Academia de las Letras de Uruguay desde 2008.

 

Entre su obra publicada se encuentran, en cuento: Cuentos ’75 (1975), Fronteras de Joaquín Coluna (1975), Quién manda aquí (1986), Los dientes del sol (1987), Cuento a cuento (2002), La musa en calzones (2008). En novela: La sangre interminable (1982), Noche de espadas (1987), Signos (1989), Soñar la muerte (1993), Terra (1995), Toda la tierra (2000), La última copa (2006). En poesía: El pájaro en el pantano (1954), El rostro desnudo (1956), El otoño de piedra (1958), El libro de la sangre (1959), Pasión para una sombra (1959), Un lugar en la tierra (1960), Ciudad (1961), Límite (1962), Sem regresso (1962), 12 poemas manuscritos por sus autores (1962), De este mundo (1963), Los meses (1964), El amor (1965), Poema abierto al presidente Johnson y otros poemas (1967), El Rey Ecco Ecco (1970), Viento del mundo (1971), 6 escritores/6 artistas plásticos (1971), Patria perdida (1973), Poemas de la extranjera (1977), Exilios (1978), Catálogo (1979), Poemas con amor (1979) y  El silencio y la furia (1981).