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•    El miércoles 21 de junio a las 19:00 en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes

•    Leer a Faulkner es darse cuenta de cómo uno de los grandes narradores y vanguardistas de la narrativa estadunidense hacía juegos: Héctor Iván González

 

William Faulkner es uno de los escritores más importantes del siglo XX. Su literatura refleja el paso de una sociedad en transformación, con total énfasis en la esclavitud, la violencia, el racismo, el drama psicológico y la profundidad emocional.

Como parte del ciclo Lo joven y lo clásico de la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes, el periodista Huemanzin Rodríguez y el escritor Héctor Iván González abordarán la vida y obra del Premio Nobel de Literatura 1949 el miércoles 21 de junio a las 19:00 en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes.

 

Héctor Iván González compartió en entrevista que William Faulkner provenía de una familia de alta sociedad. Su abuelo fue novelista y peleó en la Guerra de Secesión, por lo que tenía muy claro qué ocurría en Estados Unidos, cómo vivía la gente, qué tenía que hacer, cómo eran obligados a vivir y lo absurdo de la segregación.

 

De esta forma, abordó los temas agrícolas y rurales, el arraigo a las tierras, la crianza de caballos, la siembra del trigo y los conflictos por las tierras, lo que refleja una postura de avanzada para esa época.

 

“Estos elementos estaban al rojo vivo, por lo que son temas universales. Se habla del desarrollo de los pueblos que ha sido de alguna manera tal y como lo retrató Faulkner. Ahí radica su universalidad y su concreción. Su literatura es muy concreta”, señaló González.

 

En su participación, el también traductor y colaborador en publicaciones como Tierra Adentro, La Razón y Nexos analizará la obra de Faulkner desde la manera de crear la ciudad mítica Yoknapatawpha, que alimentó la imaginación de Gabriel García Márquez para crear Maconodo o de Juan Carlos Onetti para Santa María, que conservan rasgos muy reales.

 

“Faulkner es un propiciador para esta literatura. Hablaremos de toda la saga de sus novelas que prácticamente están radicadas en Yoknapatawpha, y de la trilogía de los Snopes, una forma en la que él retrata muy bien el desarrollo de un poblado rural y cómo poco a poco se empiezan a implementar los servicios, las carreteras, los comercios; en donde todos los personajes son pequeñas sabandijas: hay mentiras, robos y chismes, y cómo forman una ciudad después de la Guerra de Secesión”.

 

Para Héctor Iván González, la importancia de la obra de Faulkner en la actualidad no solo radica en su temática, sino también en una técnica narrativa que no es lineal, en la que están presentes diversas voces que relatan un solo suceso, mismo que despierta la perspicacia en los lectores.

 

“Leer a Faulkner es darse cuenta de cómo uno de los grandes narradores y vanguardistas de la narrativa estadunidense hacía juegos. Toda esa serie de experimentación técnica también está presente en el boom latinoamericano, en la obra de Ricardo Piglia o en la de Pierre Michon”.

 

De esta forma, Faulkner sigue dando muestra de la extensa experimentación en la literatura desde entonces, sobre todo de lo presente que estaba la polifonía narrativa en la década de los años cincuenta, agregó.

 

“Faulkner hace que nos cuestionemos muchos dichos sobre la literatura; si es o no tal cosa. La literatura no necesita etiquetas”, finalizó.